Época de vermut
En esta época lo que más nos apetece es descansar y compartir momentos con los amigos, y seres queridos. Y qué mejor manera de hacerlo que tomando un delicioso vermut acompañado de las riquísimas tapas de nuestro restaurante. Tomar vermut está de moda. Se ha convertido en una bebida clave a la hora de tomar el aperitivo. Esta bebida clásica, muy popular cuando se vendía a granel en las tabernas, está volviendo a serlo y cada vez más. Le ha ocurrido como a la ginebra, que de ser una bebida “viejuna” ha pasado a ser top.
Actualmente esta copa elegante de tarde o sobremesa, que busca el equilibrio entre el dulce, el amargo y el ácido, y queda por largo rato en el paladar, ha vuelto a ser el protagonista de las reuniones sociales.
Se encuentra en dos grandes familias: rojo y blanco. La diferencia son los botánicos con los que se elaboran, la base es vino blanco, azúcar, alcohol y los extractos de las hierbas. En el rojo es amargo porque predomina el ajenjo y en el blanco predominan los cítricos y por ello es más suave, menos amargo y quizás más floral y suave.
A la hora de tomarlo, se puede hacer de muchas formas. Solo con hielo, con una rodaja de limón o naranja y una aceituna. Con sifón o agua carbonatada. En definitiva, el vermut es un mundo apasionante, y todas las tapas son perfectas para disfrutar mientras se saborea uno de ellos.
Conozcamos un poquito su historia
Desde el origen de los tiempos se ha disfrutado del fruto de la uva, fermentándolo al gusto añadiendo especias. En el 1.700 antes de Cristo los egipcios ya hacían licores con ajenjo y otras hierbas. Los griegos igualmente maceraban flores de ajenjo en vino. Tradición recogida por los romanos, que añadieron miel y que pasó a la Edad Media. En el Renacimiento era habitual la utilización de especias en vinos, que también solían tomar calientes.
Pero hasta inicios del siglo XIX no se empezó a comercializar relativamente a gran escala, primero en Italia y después en el resto del mundo. Su llegada a España como tal, fue en 1870 en Reus, capital de los destilados durante tiempo, ese mismo año también se localiza la zona de Huelva. Si bien el vermut ha dado la vuelta al mundo, su origen es típicamente europeo, concretamente italiano, francés y español.
Elaborado con vino, agua, diferentes plantas como el ajenjo, ruibarbo, el lúpulo, la angélica, el anís estrellado, el díctamo y especias como la canela, la vainilla y el cardamomo. Cada formula guarda el secreto de sus proporciones para ser única.
No dudéis de recuperar y disfrutar de la tradición vermutera, os esperamos en la calle Ramiro I número 2 Jaca para acompañaros en tan deliciosos momentos.