El momento de la merienda cena
En Cobarcho nos encanta el picoteo de la merienda cena. Tanto porque es un momento ideal para juntarse con los amigos a tomar algo y alargarlo y alargarlo, al entrar ya en ese momento del día de esparcimiento y descanso. Como porque estas “merencenas” son realmente una muy sana costumbre para evitar ir a dormir con el estómago lleno, dejar de sufrir pesadas digestiones y e incluso problemas a la hora de conciliar el sueño.
Merendar tarde o cenar pronto sienta de maravilla. Todo son ventajas, en primer lugar podemos tomar lo que nos apetezca. Porque realmente a las ocho de la tarde se suele tener ya bastante hambre, por lo que podremos optar tanto por unas tapas, unos ricos entrantes, elegir el plato que más nos guste o un postre, sin pensar en qué quizás nos siente mal por ser tarde.
Quién se puede resistir a esas horas a un crujiente hojaldre relleno de boletus Edulis, mousse de foie y cebolla caramelizada, a un jugoso revuelto de gambas, trigueros y ajos tiernos, o a una tostada de pan de hogaza, tomate, atún y anchoas en salmuera o de pimientos, lomo de caballa y queso curado del país, o una tabla de embutidos Ibéricos y del País.
Un hábito saludable
Al adelantar la hora de la última comida respetamos el reparador ayuno nocturno, dejamos descansar al hígado durante la noche, consiguiendo un sueño más profundo. Al no tener el estómago lleno, la sangre se relaja tranquilamente hacia el cerebro en lugar de estar trabajando en el estómago.
Además, al adelantar la hora, nos podemos permitir ese capricho que de otro modo quizás no haríamos. Incluso no podemos atrever con un coulan de chocolate caliente o una deliciosa tarta de requesón o de queso horneado, natillas al huevo o arroz con leche, que quizás si acabáramos de cenar a las diez o a las once de la noche, no tomaríamos.
Los hábitos alimentarios cambian junto al ritmo de vida, y cenar más temprano, al estilo europeo, realmente es una sanísima costumbre, cada vez más en auge. Antes se quedaba con los amigos a cenar y ahora a “merencenar”. El resultado es espléndido, más rato en buena compañía y poder degustar tranquilamente deliciosos platos sin temer ir a dormir con el estómago pesado. Por el contrario iremos a la cama sintiéndonos ligeros.
Además al cenar pronto y digerir los alimentos temprano, pasando varias horas antes de acostarnos y por supuesto de levantarnos por la mañana, conseguimos despertar con hambre y tomar un desayuno en condiciones para empezar con fuerzas el día siguiente.
Todo son ventajas y por ello en Cobarcho nos encanta esta saludable tendencia de tomar un atractivo bocado acompañado de una cervecita fresca, un vinito o porque no un gintónic. Os esperamos en la calle Ramiro I, 2 de Jaca para tomar el afterwork, como también se está empezando a llamar, y llevar una vida saludable, placentera y sosegada, en definitiva, tener calidad de vida.