miniaturas con fundamento

En el nuevo Cobarcho hemos recuperado las tapas y raciones como parte esencial de nuestra cocina, condensando en una miniatura todo el sabor y la filosofía de la gastronomía aragonesa. Tapear en el Cobarcho nos permite descubrir los sabores de tradicionales Aragón en un recorrer tranquilo, en buena compañía, paso a paso, sorbo a sorbo y bocado a bocado.

Somos el lugar ideal para tomar unas tapas en Jaca.

breve historia de las tapas

Según cuenta la leyenda Fernando II de Aragón viajando junto con su séquito por Andalucía decidió hacer un alto en una taberna que encontró por el camino. Se dice que el establecimiento estaba lleno de polvo y suciedad, cuando el rey pidió su bebida, el tabernero colocó una loncha de jamón (o queso según las versiones) sobre su copa para evitar que entrase la suciedad, espetando una frase “aquí tiene su tapa, majestad”. Se dice que desde entonces, el Rey siempre que iba a un establecimiento quería un chato de vino con algo de comer, así comenzó esta moda mundialmente conocida, que comenzó como una tapadera natural para proteger el vino.

Algunos afirman que este acto tiene un origen plebeyo alejado de las leyendas de la realeza se centra en la necesidad de los agricultores y trabajadores de otros gremios en ingerir un pequeño alimento junto con el vino durante su jornada laboral, para que les permitiera continuar con sus labores hasta la hora de la comida.

te esperamos con una selección de tapas y raciones

En nuestra carta en continuo cambio encontrareis una selección de tapas y raciones basada en las recetas tradicionales de nuestra tierra, reinventadas en forma, tamaño y presentación con la mejor calidad y producto. El resultado son pequeños bocados llenos de ilusión.

Entre las tapas más destacadas está el Jamón con Chorreras con la receta tradicional de Casa Juanico (Zaragoza), una receta sencilla y deliciosa que cumple 50 años en 2018. Se compone de huevo duro envuelto por un quesito y una lámina de jamón dulce, conjunto que se reboza con una masa sencilla elaborada con agua, harina, sal y algo de levadura. Después de freírla en aceite bien caliente, no queda más que disfrutarla.

También podréis deleitaros con otros clásicos como una jugosa tortilla de bacalao, unos exquisitos torreznos, unas alcachofas a la brasa o una sartén de migas altoaragonesas con su huevo frito. Todo preparado con esmero y cariño para alimentar estómagos, almas y corazones.